Mandria delle Apertole cuenta con una historia y tradición centenaria.

 

En estas páginas resumimos la historia de nuestra finca, escrita por el historiador Giovanni Franco Giuliano, testificando el noble pasado que todavía se refleja en la calidad incomparable de nuestro arroz.

 

La gran llanura de Apertole, que se encuentra entre los límites de los municipios de Livorno Ferraris, Fontanetto, San Genuario y Crescentino, antiguamente fue derecho de la abadía de Santi Michele y Genuario de Lucedio, hoy en día convertido ya en una zona de pastos comunales para pueblos vecinos, la cual siempre fue causa de disputas de tierras.

El municipio de Livorno apeló la división de la propiedad de la tierra de 1263 a la familia Silys. Por otra parte, el municipio de Crescentino se refirió al testimonio del abad de San Genuario, presentado ante el comisario Visconti en 1932, acordando que el Apertole pertenecía a San Genuario y Crescentino, mientras que ningún derecho pertenecía al pueblo de Livorno.

Se dice que el 31 de Octubre de 1383, la guardia de Crescentino sorprendió a los asistentes del noble Antonio Isola de Livorno cortando el césped en el Apertole y se les impuso una multa de 30 monedas.

Las disputas entre Livorno y Crescentino se prolongaron durante siglos, acompañados de hostilidades, asesinatos y quema de viviendas.

En 1499, cesaron las disputas con la división de la superficie del Apertole. Una tercera parte del territorio fue asignada para el uso de la Abadía de San Genuario y la comunidad de Crescentino y dos tercios fueron asignados al Marqués de Montferrat, que se hizo cargo de los derechos del municipio de Livorno.

A lo largo de este período la tierra agrícola estaba destinada al pasto. Se mantuvo el mismo destino incluso más allá de 1631, año en el que la tierra y los edificios del Apertole se convirtieron en parte de la propiedad de Vittorio Amadeo I, es decir, de los Marqueses de Savoia.

En 1721 la familia Savoia pone en marcha, en la persona del Conde de Montalenghe, un proyecto acordando que una parte de la tierra iría destinada a la crianza de los caballos y la parte restante a la producción de cultivos de cereales, con la construcción de edificios para albergar el ganado, artículos de labranza y sobretodo campesinos. El proyecto consistió en la construcción de 26 granjas integradas en 7 caseríos, con una considerable inversión de dinero por la Casa de Savoia.

En 1734 se construyeron nuestros caseríos, con el nombre San Sebastiano.

El 22 de Diciembre de 1741, el abogado Carlo Onorato Sarterio, director de la compañía Mandria di Venaria, estimó los costes necesarios para reducir “los pastos destinados a los caballos pura sangre del Apertole y los ingresos que podrían ser obtenidos”.

En 1736 se puso de manifiesto la necesidad de variar la producción en las diferentes granjas después de la introducción del cultivo de arroz y la consiguiente reducción del criadero de caballos; en cada granja se utilizó el 33% de la tierra cultivable para el arroz, el 22% para el trigo, el 11% para el centeno, el 17% para cultivos de primavera (garbanzos, frijoles y también maíz) y el resto para cultivos (col, colza, veza, legumbres) que, al ser un fertilizantes naturales, contribuyeron a la renovación de la fertilidad del suelo.

En 1758 el Marqués Giuseppe Roberto Solaro de Breglio, consejero del rey, definió el Apertole como una zona ideal para el cultivo de arroz. Desde ese momento se eliminaron gradualmente primero el criadero de caballos y luego los otros cultivos y pastizales, hasta el día de hoy, en el que el arroz sigue dominando las tierras de la finca.